Un día, estaba yo tomando un batido de chocolate cuando se me derramó. Fue por el viento, que volcó una sombrilla, y al intentar esquivarla se me cayeron unas gotas encima de una planta. (Era una planta normal de esas que crecen en las macetas por arte de magia aunque tu no hayas plantado nada). Esta cobró vida y comenzó a regañarme por que le había manchado. Comenzó por estirarse y por sacar las raíces del tiesto, después creció hasta tener mi tamaño y entró en casa corriendo, yo grité:``¡Para!``, pero no me escuchó. Iba dejando las huellas de barro de las raíces por toda la casa y haciendo trastadas.Mi madre, siguiendo el rastro, le pilló, y la planta se encogió de miedo hasta su tamaño original. Fue el final de la historia. Ella la pisoteó y la tiró a la basura (muerta).
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